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lunes, 5 de marzo de 2012

Mi sueño

El autobús me dejo una calle mas abajo de la casa de mis padres, como de costumbre se me habían olvidado las llaves de su casa, quien sabe si igual las había metido en la maleta, así que tuve que llamar al timbre. Ellos ya sabían que iba a pasar a despedirme así que me habían preparado un bocadillo para el camino hasta el avión. Estuvimos hablando de muchas cosas y, cuando faltaban 10 minutos para irme me quisieron mostrar algo que habían estado esperando durante mucho tiempo para enseñármelo. Pusieron una cinta de video de las antiguas. Al principio no reconocía el lugar, sabía que seria alguno de los videos caseros que había echo mi padre cuando era pequeña y que tantas veces me había enseñado, pero este video parecía distinto, nunca antes lo había visto. Mi padre enfoco el suelo y salio el perro de mis tíos al que tanto había querido y que murió por vejez algunos días después de que cumpliera 12 años. Después salieron todos mis abuelos y me empece a emocionar, solo seguían vivos dos de ellos. Mis tíos, mis tías y por fin salí yo abriendo un gran paquete de color azul claro. Yo estaba llena de mocos y de lagrimas y me acorde de ese día. Todos mis primos estaban encima mio y no me dejaban respirar, ellos solo querían saber que contenía el paquete azul. Después de abrirlo me puse a dar saltos de alegría, y a enseñarlo a todo el mundo de la casa con cara de superioridad. Después abrí el maletín y empece a sacar cosas y cosas de su interior mientras mi madre y mi tía hacían coros con algún “ala mira, esto” y “y eso que es”. Luego todos nos pusimos a jugar con el y, cuando ya pensaba que el video no podía ser mejor, me voy acercando a la cámara y le digo a mi padre “Papa papa, con esto voy a curar a mucha gente, nadie más en el mundo se va a morir porque voy a ser la mejor medica de todo el mundo mundial y así ningún negrito se moriría por hambre, te lo prometo”. Unas lagrimas de felicidad me empezaron a caer por el rostro mientras mi yo pequeña se iba corriendo a jugar. Mis padres me vieron y vinieron a abrazarme. No me podía creer que ahora, 20 años mas tarde estaba a punto de embarcarme en un vuelo a Sudáfrica para salvar a esas personas necesitadas. Mi madre me dio un pañuelo y yo le di las gracias. Estaba cogiendo ya las cosas y, mi padre junto con madre, me dieron otra cosa mas. Era una caja de cartón no muy grande, con mucho celo por todos los lados. Solo me dijeron una cosa: Ábrela cuando estés en el avión, no antes. No sabía lo que era y, con lo curiosa que soy, no aguantaba mas tiempo sin saberlo, pero obedecí a mis padres, me despedí y me fui.

Continuación mañana Momo

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